La ciencia y práctica de la iridología se remonta hasta la época egipcia. Hace ya más de 4.000 años los egipcios utilizaban esta herramienta para determinar el estado emocional de las personas y ni si quiera tenían las lupas o lentes que tenemos hoy en día. Tiempo después aparecía Hipócrates, quien es considerado el padre de la medicina, que también utilizaba esta herramienta y muchas otras dentro la naturopatía.
El doctor Ignaz von Peczely está considerado el padre de la iridología ya que fue quien la trajo a occidente. En su historia se cuenta que cuando era niño vio a un búho que tenía un ala rota, lo llevo a su casa para cuidarlo y observo en su ojo una mancha que con el tiempo y a medida que el búho fue sanando se fue cerrando hasta que desapareció.
Al doctor Bernard Jensen se le termino conociendo en todo el mundo por su dedicación y estudio en esta práctica. Escribió varios libros en los que describe cómo podemos ver los procesos internos en todos sus estados; agudo, subagudo, crónico y destructivo.
Resumiendo, en el iris podemos ver el estado de los tejidos, sus inflamaciones, si hay perdida y o mal uso de vitaminas y minerales, si un órgano o víscera tiene tono o está deprimido, contracturas, estado de la mucosa interna y un largo etc.
Lo que no puede ver la iridología son enfermedades porque no trabaja sobre síntomas sino sobre el estado del terreno.